martes, 18 de octubre de 2011

TRAIL TURDETANIA

Domingo 16 de Octubre. Por fin. El día señalado llegó. Como viene siendo norma en el grupo de montaña, la cita era de madrugada. 5:45, desayuno rápido y luego desplazamiento hacia Guillena, en donde esta instalado el campamento base de los Turdetanos. Hasta las 7:30, teníamos tiempo de recoger nuestro dorsal, pero el requisito previo, era la firma de la declaración jurada, documento mediante el cual, nos hacemos responsables de nuestros propios actos en carrera y nos declaramos conocedores de las normas de la misma. Nervio y fuerza. Se puede palpar la tensión. Todo el mundo esta nervioso. A las 7:30, comienza el control de salida. Nervios. Una breve alocución describiendo el recorrido y describiendo los avituallamientos nos pone tensos. Es inminente. A las 8:12', se formaliza la salida. Esto ya es un hecho. Estamos en el infierno. 55km aun por recorrer, pero vamos tranquilos. Los primeros metros son dentro del pueblo. Las calles están desiertas, nadie se atreve a salir, saben que ahí fuera hay 300 Turdetanos. Los primeros km, pican hacia arriba. Pronto entramos en el campo de batalla y ya se avista el pantano, compañero inseparable durante la primera parte del trayecto. Pistas forestales, con vistas envidiables, un paraje precioso, que ayudaba a ir mermandole metros a la prueba. Entre gritos de guerra, emitidos por el turdetano Germanicus, pronto llegamos al primer punto de avituallamiento. Era el km 18. Otro guerrero mas rápido en misión de reconocimiento ( el turdetano Campayicus), ya nos esperaba. En la bolsa que la organización nos entrega, hay un detalle que delata la obsesión por el mantenimiento del medio ambiente: todo iba marcado con nuestro numero de dorsal. Nada podía tirarse al suelo. Si encontraban tu numero en un papel en el suelo, no podrías conquistar Turdetania. Germanicus, no calla, pero el feroz guerrero Juanmaratonicus le seuuía en ingenio. Entre chistes y bromas de Germanicus y Juanmaratonicus, llegamos al primer punto duro de la prueba. La cuesta del Toro. 2km con una pendiente ascendente, que hace que los guerreros decidan subirla a pie. Bombericus, viene vigilando detrás del grupo. Desde lo alto, germánicus lo saluda con el grito secreto: COMERME LOS BUITRES, AQUÍ ME TENÉIS. Desde ese momento, bombericus decidió continuar en retaguardia, para apoyo de la infantería. Todo el trayecto va picando hacia arriba, pero la belleza del paraje te hace olvidar la dureza de la conquista. Vamos tranquilos, mas bien controlando el ritmo, íbamos sobre el tiempo previsto. Van pasando los km y llega el segundo punto duro de la prueba. Al pasar el km 21, otra rampa de unos 2 km, nos pone en aviso: Turdetania no será fácil de conquistar. Hemos pasado el Ecuador y nos acercamos a Castilblanco de los arroyos. Es el segundo avituallamiento. km 33. Agua, gel, fruta....pero nosotros guardábamos un as en la manga. Glaudius nos aguardaba con agua fresquita, bebida isotónica fresquita, y naranjas.....golpe de efecto. La conquista casi estaba asegurada. Castilblanco, para quien no haya estado, es un pueblo, que vayas para donde vayas, es cuesta arriba. Siempre, aunque te vuelvas, es cuesta arriba. Bombericus, venia detrás, siempre vigilante. Germanicus, Manolicus y Juanmaratonicus después de la posta, continúan su marcha hacia la conquista de lo desconocido. A partír de ahora, el terreno era favorable. Eso nos dijeron otros Turdetanos que aguardaban apostados en el camino hacia la gloria. El perfil era favorable, pero entramos en zona conocida por ser Camino de Santiago, en donde personal civil (no guerrero) iba practicando lo que después nos dijeron que era "Senderismo", ¿Pa qué?. Creo que no eran conscientes del peligro que corrían sus vidas al usar las sendas de los guerreros. El suelo se volvió muy técnico. Había que ir con cuidado. En un giro inesperado del sendero, el ultimo avituallamiento, solo de líquidos, en unos extraños recipientes, que creo que otro guerrero mas experto y curtido en mas batallas, dijo que se llamaban búcaros. Otro signo de genialidad. Desde ese punto, no se podía despegar la vista del suelo. Íbamos por una rambla. !Ojo con las torceduras!. Juanmaratonicus tuvo a bien ir despejando el camino, y se entretuvo en ir quitando ramitas. Era el km 40. En 3 km, Manuelicus, descubrió la electricidad en su pierna derecha. Hacia lo que le daba la gana. Pero Juanmaratonicus, tomo el mando del pelotón y le dijo a Germanicus "vete tu si eso, que ahora vamos nosotros". Germanicus obedeció al punto, y se alejo dando gritos. Estrategia perfecta. Ahora Germanicus no podría delatar nuestra posición con sus gritos descontrolados COMERME LOS BUITRES, AQUI ME TENÉIS. Juanmaratonicus, guardaba otro as: engañar a Manuelicus, para que no haga caso a su pierna. Km 45, 48, 50, se ve el objetivo. Esperemos que sea el mas cercano. Se acabó el camuflaje que nos ofrecía el campo de olivares y entramos en la ciudad a conquistar. Hay que cruzar un río embravecido, y para ello tenemos que echar mano de todas nuestras fuerzas. Al fondo, ya vemos el campo de batalla. Hay alguien gritando. Es espeluznante. A Juanmaratonicus se le antoja lo de la electricidad. Pero ya no hay tiempo. Entramos en el campo de batalla. Glaudio nos espera con un extraño artefacto que se pone en la cara. Hay una alfombra roja. Una rampa. La ultima. Somos Turdetanos. Nos reunimos con Germanicus, que con Campayicus, se estaban apretando un plato de arroz. Ahora solo restaba bombericus. Ahí viene. Todo ha ido bien. 55 km. Ahora, a alistarse en otra.