¿Y por qué 55 kms?
Recuerdo la primera vez que unos
amigos me hablaron de que estaban preparando una maratón. Yo sabía de la
distancia por las olimpiadas y los mundiales, por la tele. Pero que gente tan
próxima se atreviera con ella… aquello era demasiado. Fue su entusiasmo lo que
hizo que empezara a correr, ya con la idea en mente de algún día intentar también
hincarle el diente a los legendarios 42km, 197m. Unos años después, me atrevo a
decir que también fui responsable de insuflar el mismo entusiasmo a otros
amigos. Así funciona este deporte que tiene cada día más adeptos. Cuando
empezamos a gestar este club, nos preguntamos ¿y por qué pararse en los 42kms?
¿Por qué no probar el ultrafondo? Hay una prueba en Sevilla que, saliendo de
Guillena y transcurriendo por la ruta del agua, cubre 55 kms por caminos y
senderos. ¿Oye y no serán demasiados kms? ¡No hay dolor! Pero el que crea que
hacemos esta distancia por superar a los maratonianos se equivoca. Todos
nosotros amamos esa prueba, que también hemos corrido en numerables ocasiones. ¿Entonces?
Trataré de explicarlo. La clave está en ir siempre más allá. A los 55 kms le
siguen los 101 de Ronda. Y en la mente de algunos ya está saborear el Ultra
Trail Sierras del Bandolero, de 150 kms. Y, como soñar no cuesta dinero, quien
sabe si en el futuro algunos de esos que paran por la Peluquería de Germán en
la Checa, se echen la manta a la cabeza
para intentar el UTMB. ¿Y por qué? Porque no nos conformamos con mejorar una
vez. Porque disfrutamos poniendo nuestro umbral de resistencia un poquito más
allá en cada temporada. Porque pensamos que siempre se puede dar más. Porque
corriendo, por supuesto que sí, pero a ilusión, a la gente de este equipo, es
muy difícil superarla.
Pero
llegar hasta aquí no es nada fácil. ¿Cómo se entrena para una carrera así? A la
hora en que muchos todavía están en el primer sueño, algunos como Germán o Manolo
ya están corriendo por la vega. Arrastramos más sueño que una docena de viejas,
pero ahí están los tíos. Hay que entrenar de noche, para que a las 7 y media ya
estemos en casa, que después hay que trabajar. José Manuel es bombero. Hay días
que le he visto unirse a un entrenamiento o a una carrera después de hacer una
guardia en la base de Morón, sin dormir, pero incapaz de faltar. Vicente, el
benjamín de este grupo, aún vive las mieles de la juventud, y, de vez en
cuando, tiene malas recogías, pero el domingo, a la hora de la tirada larga,
nadie tiene que esperarle. Isaac echa más horas en su trabajo que un reloj;
regenta un bar en el que cualquier momento es bueno para tomarse un café, pero
cuando tiene que amarrarse los machos, que nadie le tosa. Todos con familia,
todos con obligaciones, pero para poder disfrutar durante 55kms, hay que salir
a entrenar. Son 8 semanas en las que pasas calor y frío, te mojas, te hieres,
te lesionas y te recuperas, te caes y te levantas, te dan “bajonas” y
“subidones”… . 8 semanas, 34 salidas, 588 kms, 53 horas 36 minutos de zapatazos
por la vega, Gandul, Alcalá, El Visó, los pinares, las huertas, los caseríos,
Torrepalma, Las Encinas, la cuesta del Chorrillo, la del Matadero, la de la
Feria del Viso, la de la Muela, la del Matadero de El Viso, la de Oromana, y
vuelta a empezar, por la vega, Gandul, … . Pero, no penséis que todo ha sido
disfrutar. Se sufre tanto como se disfruta, y doler… duele. Pero, llega el día
de la carrera y todos son risas, buen rollo. Nos miramos, nos felicitamos y nos
damos cuenta de que estamos creciendo como deportistas y como amigos … . Entonces
escondes todos los malos ratos para soñar con la próxima carrera. Y los que no
han corrido esta vez también han estado con nosotros, algunos como el Burra y
el Wins físicamente, (nunca os los agradeceremos lo suficiente), y otros por el
móvil, el facebook, o el correo electrónico, sintiéndose parte también de la
carrera. En definitiva, es eso, y no los kms que hacemos lo que convierte en
especial a este club.